3 errores habituales en empresas poco -o nada- exitosas

errores de empresas poco exitosas

Cuando de empresas, negocios, marcas o compañías va el tema, es muy común hablar y escuchar de todo aquello que las empresas hacen bien y les lleva al éxito. Y no es que yo quiera rebuscar en los aspectos negativos; pero conviene saber que los hay, y también hay errores… y conviene aprender a identificarlos, romper las limitaciones que conllevan y, a partir de ahí, generar nuevas ideas que permitan obtener un mayor rendimiento.

Cada compañía o marca es un mundo y muchos de esos ‘factores negativos’ -por llamarlos de alguna manera- son individuales y propios de la empresa. Sin embargo, también existen otros factores más comunes y generalizados que solemos encontrar en empresas poco exitosas. En estos últimos, que más que factores son errores, nos vamos a centrar… Y hablaré concretamente de tres errores muy frecuentes:

No buscar y encontrar opciones

Siempre habrán al alcance opciones y posibilidades de elección.
Si el equipo que gestiona la compañía es capaz de ver los hechos con objetividad, siempre encontrará opciones y flexibilidad.
Las oportunidades están ahí, incluso en circunstancias complicadas, pero es necesario buscarlas. Y eso es algo que suelen olvidar las empresas poco fructuosas.

Falta de objetivos claros

Establecer objetivos claros permite a la compañía ir por el camino adecuado y llegar más rápido al lugar al que pretende llegar. Lo ideal es identificar dónde se quiere situar la empresa en un plazo de tiempo determinado; una vez establecido ese objetivo conviene describir los pasos importantes que han de ocurrir por el camino. Tenerlos siempre presentes y celebrarlos a medida que se van logrando es una buena práctica.
En la mayoría de las empresas poco exitosas, los objetivos no están claros o bien identificados.

Cuando el seguimiento pasa a un segundo plano

Después de un trabajo de gestión correcto en el que se valoran  los hechos de una forma objetiva, se recurre y apuesta por el personal adecuado y capacitado y se establecen los objetivos; es imprescindible realizar un seguimiento de manera regular en la empresa.
Esta tarea de revaluación, en empresas poco exitosas pasa a un segundo plano. ¡Craso error!

Aclaro que una empresa poco -o nada- exitosa, no siempre es sinónimo de una empresa que fracasa o que se va a la quiebra. Por ejemplo, podríamos decir que una empresa lo está haciendo bien nominalmente; sin embargo, a pesar de ello, carece de éxito porque está perdiendo potencial de mercado.

Entender y aceptar que las situaciones son cambiantes, establecer objetivos claros y concretos y realizar un minucioso seguimiento, son algunas de las claves del éxito.

 

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